La importancia de una sonrisa sana y bonita: la placa dental (parte I)
Nuestra boca es el hogar de microorganismos y bacterias, conocidos como placa bacteriana. Y es necesario prestar atención para que no se convierta en un auténtico problema para nuestra salud oral derivando en caries y determinadas enfermedades periodontales como la gingivitis o la periodontitis.
En este post te contamos cómo mantenerla a raya y prevenirla.
¿Qué es la placa dental?
La placa dental o bacteriana es aquella que se produce por la acumulación de restos de alimentos, bacterias y gérmenes. Se forma constantemente en nuestra boca, adhiriéndose a los dientes, encías y lengua después de cada comida.
El problema es que, para deshacerse de ella, no basta con hacer enjuagues bucales, sino que es necesario hacer un uso adecuado del cepillo y de la seda dental pues, de lo contrario, se endurece transformándose en sarro y es causante, además, de caries o enfermedades periodontales.
Todo el mundo tiene placa dental en mayor o menor grado. Aun así, aunque todo el mundo tiene placa, es posible que desarrolle más de lo habitual si:
- Consumes muchos alimentos o bebidas azucarados o con almidón.
- Tienes la boca seca debido a medicamentos que tienden a reducir el flujo de saliva.
- Sufres diabetes o has estado expuesto a radiación.
- Cambios hormonales en niñas y mujeres.
- Fumar es uno de los factores de riesgo más significativos relacionados con el desarrollo de la enfermedad de las encías. Además, el hábito de fumar puede disminuir el efecto de algunos tratamientos.
- También se puede tener una predisposición genética a la creación excesiva de placa dental o de sarro. Si eso sucediera, lo mejor es recurrir a tu clínica dental para que tu dentista, mediante una limpieza profesional, profundice en las zonas en las que tu mismo no puedes llegar.
¿Cómo puedes saber si tienes placa?
Sencillo. Si notas tus dientes rugosos cuando pasas la lengua por ellos, eso es placa. Además, hay otros síntomas característicos como:
- Mal aliento constante
- Encías rojas o inflamadas
- Encías muy sensibles o que sangran
- Dolor al masticar
- Dientes flojos
- Dientes sensibles
- Encías retraídas o dientes que se ven más largos de lo normal.
Tipos de placa
A la hora de clasificarla, has de saber que existen diferentes tipos de placa bacteriana, que se dividen dependiendo de su localización y el tipo de bacteria que esté presente en la dentadura.
Según su localización:
- Presente en las zonas de estancamiento, encima de las encías.
- Se sitúa en el surco gingival, dentro de las encías.
- Se encuentran entre los dientes o zonas de retención.
- Fosas y fisuras. Están situadas en los dientes posteriores.
- Se localiza en el cemento cuando está expuesto al medio.
Según la bacteria:
- Cariogénica. Esta placa forma ácido al metabolizar los azúcares, provocando caries.
- Perodontopatogénica. Al metabolizar no se generan ácidos, sino sustancias primarias. Este tipo de placa provocan patologías como: la piorrea (periodontitis) y la gingivitis.
No te pierdas nuestra próxima entrada en la que te estaremos hablando sobre las consecuencias y formas de prevenirla.
En cualquier caso, siempre es conveniente que te acerques a la Clínica para ver tu caso en particular y poder detectar precozmente cualquier problema que pueda surgir para así asegurar una buena salud en tus dientes y encías.
